domingo, 6 de diciembre de 2009

Domingo. Y nada más.

Quiero curarme las heridas de las consecuencias.
A su pesar, yo no venía del cielo ,como él pensaba, era más terrenal de lo necesario, yo diría que venía más del lodo que del paraíso en el que él creía que me encontraría.
A mi me aumentaba la necesidad de extasiarme con algún amor sincero,llenarme la boca de bobadas a destiempo y dejar post-it con un "je t’aime infiniment" por cada rincón de una habitación para dos.
Me invitó a otro whisky y me ofreció un par de caladas más.Así acababa yo las noches, inundada de humo y caos.
Sólo confié en la pureza de un amor infantil que también acabó en ruinas.
Ahora todo es fluir, dejar que el tiempo traiga nuevos desórdenes, aunque, a veces ,es más fuerte el anhelo que la paciencia.
Y ya no hay hachís que coloque este desorden.
A pesar de que no consigo que este invierno, mate a ese verano que me considera enferma.
Cronómetros a cero.
Vivo entre décimas que aprietan y no sé salir.

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Me duele muchísimo la cabecita.

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